Cometas hilarantes

 Si acaso el tiempo cura el alma, que puede pensar alguien sobre sanar si cree que el tiempo es inexistente y no se está sujeto al mismo.


Vuelan cometas hilarantes de destinos inciertos con despegue en "ahora", y casi se puede percibir el olor a pólvora en el ambiente. Hay caminos donde los ciegos avanza a gran velocidad hasta estrellarse y los pocos tuertos tratan de evadir obstáculos, menos que los anteriores los que ven se mueven con la ligereza que da la seguridad.


Ahí donde todo es caos, se percibe el olor a putrefacción a muerte, las cloacas de una ciudad que llora hasta quedarse en ruinas de tanta decadencia, las caras largas son tan habituales como la noche y el día, la conformidad es el pan nuestro de cada día, es triste ver todo sin poder hacer gran cosa más que seguir combatiendo las sombras desde la trinchera personal, a veces me siento valiente y quiero gritar ¡Hey mi gente, sonrían!, ¡Hoy es un gran día para vivir!, ¡Todos los días, a pesar de todo, son un gran regalo para vivir!, ¡Dejen de sobrevivir, arriesguen y vivan en amor y felicidad! y como dice ese meme de facebook me acuerdo que a los contracorrientes los matan y se me pasa, honestamente soy bastante cobarde pero lejos de que me preocupe el que dirán, me preocupa que me pongan en la lista negra en cual puede que ya figure mi nombre, me amedrenta la familia que tengo, las amistades cercanas, porque son cabrones y el miedo te lo meten por donde mejor te someten, si yo muriese mañana el mundo poco perdería pero si le pasará algo a las personas que amo quizá las cosas se tornarían bastante negras.


Quizá todos los revolucionarios han tenido que perder todo o arriesgarse a perder para luchar contra todo sin que los congele el miedo, bendito, maldito miedo, ese que asfixia al corazón hasta dejarlo preso y más adormecido que un pueblo con problemas graves de memoria.


Mis sueños que no llegan y mis realidades que se desdibujan, quizá es la hora de lanzar todo eso que me aterra por la borda, navegar el ancho mar de la incertidumbre, convertirme en marinero del Cosmos sin ataduras, que puede pasar además de perder el rumbo en una realidad donde nunca sabemos a donde nos dirigimos. ¿acaso los más eminentes científicos saben en dónde nos ubicamos y hacia donde nos movemos?, cuando solo alcanzan a decir "el universo conocido".


Está claro que el intelecto pelea duro contra el desconocimiento y la ignorancia, logrando así sólo darse cuenta de lo mucho que aún desconoce. Somos como niños aferrados a una idea, niños genios que se inventan de vez en cuando cosas geniales para interactuar con lo que es lo otro que obviamente no somos nosotros, niños traviesos con juguetes cada vez más caros, con procesos cada vez más agresivos de extracción de los recursos de nuestra propia casa, como si esta también fuera infinita.


Ayer me topé con los conceptos de Homeostasis y Alostasis, me pregunto si somos nosotros esa grave factor de desequilibro irreversible que terminará por acabar con el Planeta o somos la enfermedad crónica y/ó degenerativa que terminará por ser sanada al exterminar la plaga o que ya es incurable.


¿Para que pienso todas estas cosas?, ¿para qué me mortifico?, ¿para que hago todo lo que hago sino es primero para mi? de menos el desahogo, de menos el sacar eso que me atormenta, comprometido a estar en ¡Alerta permanente! de ese Dragón poderoso que se esconde en los puntos ciegos que aún me faltan dominar, bendito, hermoso, magnífico dragón color obsidiana que estás cuando más te he necesitado y que cuando danzas a la par del Blanco siento que puedo conquistar el Universo, mi Universo, a mí.


Hay más alas de liberación que signos de esclavitud, tantos cambios modifican los sueños y en el Tlalocan convergen todos los deseos hondos, todas la preocupaciones, todos los lazos.


Si a cada segundo veo una sonrisa empatica y familiar me desquicia pensar que es solo una fotografía y me consume el abandono, y me consume el Dragón, exhala fuego y me quemo como se quema un papel al calor de las llamas, me convierto en polvo y renazco y me levanto de entre las cenizas y le digo ¡Hoy no!, ¡Acuérdate que somo uno!.


Me enredo como el gato que a veces soy, en un nido hecho de cobijas y almohadas, extraño el humo verde hechicero, enervante, pienso que el ayuno me debe ayudar, es para mi al fin y al cabo; me propongo a alzar el vuelo regresar a ese lugar recóndito que sólo yo y tú sabemos donde se ubica; SI sólo escribo para que algún día que des la vuelta y quieras saber que ha pasado te des cuenta de toda la historia que sigo escribiendo padeciendo tu olvido.


Así que antes de regresar al refugio me acuerdo de que esta realidad también es material y me dispongo continuar con los proyectos, prefiero pensar proyecto a trabajo porque de pensar en trabajar me aburro, me pongo de malas y me tienta la pereza, me pongo comodino, me arrullo en la desidia, el ocio me alcanza, así me que sacudo esas ideas, me sacudo la tentación de la nada y me dispongo a dejar de lado la terapia de escribir.


Psydragon


(2017)

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